Recordar la sonrisa de mamá cuando nos lo entregaba al desayuno, o sentir al primer sorbo recordando el abrazo cálido de la abuela, es disfrutar del sabor intenso y aromático del café unido al sabor suave y cremoso de la leche.
¡Sin duda, tomar café con leche, estés donde estés, es como sentirse en casa!
¿Y qué mejor si esta experiencia puedes disfrutarla de forma fácil y rápida?